El viaje comienza con Haku, un valeroso cazador de ogros enviado por la agencia a derrotar a una peligrosa ogra. Viendo como 29 de sus hombres habían sido derrotados, se enfrentó también a ella, siendo vencido de un golpe. Es entonces cuando la ogra le propone a Haku marcharse si le deja hacer lo que quiera con el novato. Este acepta el trato sin dudar, abandonando al joven para salvar su propio pellejo.

El novato se hallaba inquieto ante la amenazante presencia de la ogra, sin poder hacer más que resistirse. Al encontrarse solos, la ogra empezó a devorar a aquel hombre con la mirada, mientras ignoraba sus súplicas de clemencia. Poco después, procedió a arrancarle la ropa, exponiendo su trasero.

Sin perder tiempo, comenzó a juguetear con su ano, derramando algo de saliva sobre él y preparándolo para insertar su enorme pene demoníaco. Luego de sentir que algo duro le rozó las bolas, el aventurero preguntó si aquello era lo que estaba pensando.

Ella colocó su enorme miembro en la boca del chico, asegurando que, si quería saber, debería confirmarlo personalmente. Acto seguido, empujó lentamente su enorme pene hasta el fondo de la garganta del muchacho, sujetando su cabeza para que este lo tragara por completo, lo que lo llevó al borde de las lágrimas.

Al confesar que planeaba divertirse con su culo en lugar de matarlo, sacó su pene de la boca del chico y se arrancó el sujetador, dejando caer sus enormes tetas. Mientras ella lo acomodaba en posición para introducirse en su cuerpo, el muchacho intentó resistirse, asegurando que algo tan enorme no podría caber en un agujero tan pequeño.

El novato pidió clemencia a medida que ella introducía lentamente su enorme cosa, midiendo la elasticidad del agujero con la punta del miembro. La expresión en el rostro del novato empezó a cambiar al sentir que sus entrañas se acomodaban para recibir aquel miembro vivo y pulsante.

Así, el aventurero empezó a mostrar muecas de placer al ritmo de las embestidas feroces que alcanzaban lo más profundo de su culo. La ogra mencionó que este había dejado de resistirse, al mismo tiempo que el abdomen y el culo del chico se amoldaban a la forma del pene de esa ogra.

La ogra comenzó a estrangularlo, haciéndolo llegar a otro nivel de placer. Le susurró al oído que estaba a punto de rellenarlo y de soltar todo su semen en su interior. El joven exclamó desesperado Nunca seré un héroe si un jodido monstruo acaba dentro de mí, y de inmediato ella se aferró a las nalgas del chico para no dejarlo escapar, empujando su pene hasta el fondo.

La ogra hizo una mueca de placer al vaciar sus bolas, soltando una enorme carga en el trasero del aventurero. Habiéndose divertido lo suficiente, esta sacó su pene de su agujero.

Mientras el estirado culo del chico era incapaz de contener todo el semen caliente que salía a chorros desde lo más profundo. Pronto empezó a perder la conciencia, desvaneciéndose al sentir una enorme cantidad de placer.

Cuando el chico recuperó la conciencia, la ogra se despidió de él, elogiándolo por haber resistido tal castigo. El novato sin darse cuenta se había vuelto adicto a su pene, por lo que no tardó en seguirla, abandonando el lugar enojado y con su culo desbordando leche fresca.