Adult Time 4 – Adventure Time

Una noche, en busca de inspiración para tocar su guitarra, Marceline se dirigió a la casa de Finn y Jake, para ver si estaban despiertos. Al llegar, se asomó por la ventana, sorprendiéndose al ver a Finn masturbándose furiosamente.

Marceline comenzó a excitarse luego de apreciar el tamaño de la espada de Finn, por lo que ella también empezó a masturbarse. Luego de masajear un poco su coño húmedo, procedió a meter sus dedos en su agujero para alcanzar un mayor nivel de estimulación. Estaba tan excitada que con poco esfuerzo logró correrse, aunque haciendo tanto escándalo que Finn se percató de su presencia.

Una vez aclarada la situación, ella le preguntó si podía ayudarla, ya que solo con sus dedos no estaba satisfecha. Aunque Finn se negó varias veces, ella continuó hablando hasta que logró convencerlo. Luego de ofrecer su cuerpo a Finn, este abrió las piernas de Marceline para mirar más de cerca su coño.

Seguidamente, comenzó a utilizar su lengua caliente, lamiendo la parte externa suavemente y metiéndola hasta lo más profundo que pudo. El chico logró hacer que la vampira se corriera al cabo de un rato. Acabados los juegos previos, Marceline le ofreció su vagina húmeda, pidiéndole que hiciera lo que quisiera.

Ella se sintió algo intimidada al ver la enorme polla de Finn, a medida que este la introducía lentamente en su apretado coño. Empezó a empujar despacio hasta que su pene comenzó a besar el útero de Marceline, ella podía sentirlo en su estómago.

Aunque apenas estaban empezando, Finn comenzó a agitar sus caderas rápidamente, martillando su polla en el coño de Marceline hasta que casi partió su útero en dos. La chica, temiendo perder contra él, decidió tomar el control y empezó a cabalgar su polla, meneando sus caderas violentamente hacia arriba y abajo, devorando la espada de carne de Finn.

Finn estaba a punto de correrse, mientras las paredes del coño de Marceline apretaban su polla. Sin embargo, ella comenzó a subestimarlo, lo que no le hizo gracia en absoluto a Finn. Determinado a mostrar que ya no era un niño, sacó su polla de su coño y lamió los pezones de Marceline salvajemente, estimulando su vagina con sus dedos hasta que alcanzó el orgasmo.

Marceline se colocó en posición de perrito y le dio luz verde. El chico, todavía con su polla cubierta de los jugos de Marceline, decidió llevarlo al siguiente nivel y meter su polla en su culo, ignorando las protestas de la chica.

Finn lo había hecho a propósito para darle una lección. Había empezado a penetrar su culo tan ferozmente que ella se estremecía de placer. El ano de Marceline envolvía su polla y la succionaba a la vez, con tanta fuerza que Finn no pudo soportarlo.

El chico sujetó sus nalgas mientras continuaba embistiendo su culo violentamente, llevándola a las lágrimas, quizá de dolor o quizá de placer. La polla del chico sintió un cosquilleo, augurando que estaba a punto de correrse.

Finalmente, Finn se vino dentro de su culo, llenando sus entrañas de su leche espesa y caliente. Una vez acabado, el chico continuó explorando su ano, que seguía experimentando un prolapso luego de haber digerido su gran pene.

Posteriormente, confesó que había estado haciéndolo con otras chicas, pero que había sido abandonado por ellas. Marceline decidió ayudarlo y le preguntó si quería continuar follando, los dos disfrutarían de una larga noche de pasión.