En esta parodia porno, el equipo Avatar ya ha crecido bastante y muchas cosas han pasado desde que terminó la guerra de los cien años. Justo eso vemos en este cómic, cuando Toph se encuentra a Aang meditando, y le dice que debe relajarse. Después de todo, hace mucho tiempo que salvó al mundo, y aunque Aang asegura que solo quiere tener un momento para aclarar su mente; Toph cree que él solo está asustado de lo que podría pasar si se dejara llevar. En ese momento él le confiesa que teme que alguien los vea, especialmente si ese alguien es Katara.

Toph se burla de él, diciendo que pensaba que al ser el avatar era un experto en no ser atrapado, y que deberían hacerlo por los viejos tiempos. Aang no quiere arruinar las cosas con Katara, por fin está en un buen lugar con ella y no está dispuesto a arriesgarlo. Toph le pregunta si esa es la razón por la cual lleva un tiempo evitándola, ya que le entristece sentir que su amistad se ha visto afectada. Entonces le confiesa que no desea meterse en su relación con Katara, y que prefiere perderlo como compañero sexual a perderlo como amigo.

Después de esa emotiva confesión, Aang la abraza y le promete que no ha perdido su amistad ni la perderá. Pero realmente todo era una trampa de Toph, que aprovecha esa cercanía para jalar su pantalón e intentar sacar su polla. Ella le pide que no se contenga más, y por un momento Aang se deja llevar apretando su enorme trasero. Pero en cuanto reacciona usa su aire control para alejar a Toph y se disculpa por haber accionado así.

Ella queda tirada en el suelo y le grita para que regrese, pero la decisión de Aang es definitiva. En ese momento sale Sokka entre las sombras completamente sorprendido de que su cuñado haya podido resistirse a eso. Al final todo había sido un plan de Sokka para ayudar a su amiga; él siempre se ha considerado un gurú del amor y pensó que funcionaría. Pero no fue así, y él está casi seguro que se debe a que algo le sucede al avatar.

Sokka intenta convencer a Toph de que se olvide de Aang, ya que una chica como ella podría conseguir a cualquiera. Ella le confiesa que su obsesión se debe a que Aang tiene algo especial por ser el avatar, y que gracias a eso los espíritus le han obsequiado dones especiales.

Por su parte, Aang folla fuertemente con Katara, quien le pide que la folle durante toda la noche. Ella tiene una técnica infalible de leche control, la cual siempre deja a Aang completamente seco. Más tarde, mientras Aang duerme, Kyoshi está molesta porque ha perdido la oportunidad de tener a una diosa del Reino Tierra por su culpa. Por eso lo hace entrar en el estado Avatar para tomar el control de su cuerpo e ir por ella.

Mientras camina por la casa, Suki ve una enorme y poderosa sombra pasar. Toph siente que alguien se acerca, así que intenta atacar diciéndole que nadie puede sorprenderla. Kyoshi le confiesa que se siente atraída por ella, y Toph baja la guardia; comprendiendo que se trata de algo sobre el Avatar.

Ambas comienzan a comerse los coños hasta que Kyoshi saca una polla de piedra para que Toph la monte. Suki las observa escondida, no pudiendo creer que su amiga esté disfrutando eso. Kyoshi se da cuenta de su presencia, pero Toph siempre ha sabido que estaba allí, así que la protege.

Lamentablemente Suki está tan decepcionada de Kyoshi que comienza a discutirle y desafiarla. Para darle una lección, el espíritu del Avatar decide poseer el cuerpo de la guerrera. Aang despierta, y ninguno entiende lo que ha ocurrido. Así que ahora tendrán que embarcarse en una nueva aventura para descubrirlo.