Bombardero de Bomba – Nisego

Megaman había sido enviado a una nueva misión, debía ir a investigar una extraña nave espacial que cayó en el medio de la ciudad. El chico llega hasta el sitio, y encuentra dentro a una hermosa rubia en un traje de una pieza que marcaba sus curvas, era Samus.

El héroe logra abrir la nave, e inmediatamente nota que Samus despierta, aunque no parecía ser ella misma. La mujer se tira sobre él, y gimiendo que lo necesita desarma el traje de Megaman para sacar su polla y ponerla dura con sus mamadas.

Megaman está sorprendido, intentando que parara. Aunque mientras ella se inclinaba para hacerle su oral, notó que una extraña criatura estaba en su espalda. Pensando que era la responsable de esa situación, usa sus cañones para dispararle, mientras Samus estaba muy concentrada, masturbándose a través de su traje.

El plan tuvo éxito, y Samus recuperó su conciencia, aunque lo que Megaman no esperaba era que ahora la criatura tomaría control de él. Samus intenta comprender lo que sucede, cuando ahora Megaman se tira sobre ella para tocar sus grandes senos, y enterrar su inmensa polla en su vagina.

No importaba que aún tuviera el traje, Samus podía sentir las penetraciones invadiendo su cuerpo, y perforándola, dándole un placer que hacía a su cabeza dar vueltas. Tal era la excitación que logró correrse a través de su traje, al mismo tiempo que el héroe se corría también.

Después de acabar, Megaman se quedó de pie, totalmente quieto, por unos segundos. Samus consideró atarlo para contenerlo, pero antes de actuar, el hombre robot la volvió a tomar, ahora para que ella misma cabalgará su inmensa polla, dándole con tanta fuerza que terminó rompiendo su traje para exponer sus senos.

Samus ya no le importaba, solo estaba loca de la lujuria, disfrutando los toques y agarres en sus grandes tetas. Ya no le importaba nada más, sino que aquel hombre la satisfaciera.

En ese momento, Megaman logró liberarse del trance, y darse cuenta de lo que sucedía cuando se corría una segunda vez en la vagina de Samus. Al parecer, el nivel de placer fue tan elevado que mató a la criatura, aunque Megaman seguía duro como piedra.

Asustado, el chico le pide ayuda a Samus que decide utilizar sus grandes senos para pajearlo y darle un oral profundo. Un acto que el corresponde, apretando sus senos sobre su polla con fuerza, logrando correrse ahora en el rostro de la rubia.

El chico volvió a desmayarse, dejando a Samus satisfecha y enternecida, sabía que su héroe hizo un gran trabajo, por lo que le dejó descansar. Aunque en ese momento se da cuenta que Megaman tenía una cámara instalada, que permitió a todo el cuartel ve los actos sexuales que realizaron.

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