Vestida con sus medias de red y un corset que resaltaba su pecho apenas cubierto, una sexy gótica aparece ante su amante. Al verla, el hombre le dice lo bella que se encuentra, respaldado por la dureza de sus boxers. La pareja empieza a besarse con pasión, mientras la gótica mete la mano en los interiores de su hombre.

Sin más dilatación, empieza a hacerle una mamada. Apenas empezó a saborearlo, recibió una llamada. Era su esposo que le preguntaba qué tal iba su viaje, el amante de la mujer la miró con malicia y la puso de espaldas para empezar a follarla por el culo con su gran pene.

La gótica tuvo que aguantar los gemidos mientras seguía conversando con su esposo, diciéndole como esas vacaciones le estaban dando justo lo que necesitaba. Su amante suelta una risa y decide follarla de frente, mientras le decía lo zorra que era.

El esposo oye esto y pregunta al respecto, pero la gótica logra convencerlo de qué era la televisión, sin parar de mover sus caderas para profundizar las penetraciones que recibía en su vagina infiel. Su marido finaliza la llamada pidiéndole que use crema y se cuide.

En ese momento, la gótica recibe dentro de ella la corrida de su amante, llenándola de una cálida sensación que la hace gritar lo mucho que lo amaba. A lo que el esposo lo malinterpreta y declara que también la amaba. Finalmente, el amante cuelga la llamada, y besa a aquella mujer, listos para seguir con su noche de pasión.