La princesa Peach se encontraba en una cita para ver al doctor para una segunda opinión, con respecto a un trauma que había experimentado anteriormente. Después de estar un rato en su móvil, el doctor Mario salió del consultorio y le indicó que era la siguiente. Le pidió que ingresara a la habitación mientras apreciaba su esbelta cintura, enormes pechos y caderas anchas.

Una vez dentro, la princesa le contó por qué había venido. Al parecer no podía ni dormir ni relajarse muy bien luego de un trauma que había tenido. Temía que Bowser la secuestrara de nuevo y la forzara a hacer cosas horribles con su enorme polla.

Al doctor Mario le pidió que se quitara la ropa detrás de las cortinas para hacerle un diagnóstico completo en busca de algún problema físico. La princesa lo cuestionó, preguntándose si todo aquello era necesario. Ella ignoraba por completo que él se había quitado los pantalones y esperaba darle una sorpresa.

Una vez que la chica terminó de desvestirse, el doctor Mario le pidió que se recostara sobre la mesa, con el culo apuntando hacia su dirección para poder inspeccionarla mejor. Mario retiró sus bragas y comenzó a inspeccionar su culo. Aseguraba que algo andaba muy mal y que debía intervenir de inmediato antes de que algo pasara, mientras jugaba un poco con su culo.

El doctor se puso los guantes y se dispuso a intervenir, estirando su recto con su dedo, preparándolo y lubricándolo con un poco de saliva. Aseguró que tenía que tomar medidas extremas. No había tiempo de ponerle ni siquiera anestesia.

La princesa le preguntó si esto le iba a doler demasiado, a lo que el doctor respondió con cierta duda. Lo único que le pidió la chica es que fuera cuidadoso con su culo. Mario preparó su polla erecta y la colocó suavemente en su lugar, solo para embestir su culo fuertemente en el primer intento.

Mario continuó follando su culo con determinación, mientras que la princesa aseguraba que el tratamiento estaba funcionando. Aunque no tenía anestesia, ella no sentía dolor, sino más bien un profundo placer que recorría su cuerpo. El doctor continuó follando su culo hasta que vació sus bolas por completo en su culo, llenándolo de su semen caliente.

El doctor aseguró que necesitaba una segunda opinión al respecto, por lo que llamó al doctor Kong para que continuara con el diagnóstico. El doctor Kong le pidió que abriera grande la boca, ya que debía inspeccionar su boca. Acto seguido, metió su enorme pene hasta su garganta, estando tan apretada que este no tardó en descargar todo su semen.

La princesa se preguntaba si podían ponerle esa gran inyección en su culo, a lo que el doctor Mario respondió que debían duplicar la dosis. Mientras el doctor Kong arremetía contra el ano de la princesa con su enorme polla de gorila, la princesa succionaba el pene de Mario hasta dejarlo seco.

El doctor Mario aseguró que estaban cerca de darle un resultado, por lo que la chica ofreció su cara para que le dieran toda la medicina que necesitaba. Los doctores impregnaron su rostro de semen caliente hasta cubrirlo por completo. La princesa afirmó sentirse mejor, aunque Mario aseguró que deberían repetir el tratamiento una vez cada doce horas por un mes. ¿Será capaz de resistir el tratamiento el pobre culo de Peach?