Link estaba en una celda, totalmente desnudo despertando de su inconsciencia. Antes de cualquier cosa, lo primero que nota es a Midna debajo de él, que frotaba contra él su vagina húmeda para endurecerlo. Ella estaba feliz por haber encontrado a su perrito, y quería hacer un buen uso de su lengua.

Midna quería que le hiciera un oral, pero Link la toma entre las caderas y la pone debajo de él. Abriendo con sus manos su vagina, empezó a frotar su inmensa polla contra su coño expuesto antes de penetrarlo.

Link empieza a follarla profundo, con tal fuerza, que incluso hincha el estomago de la mujer ante cada nueva estocada. Midna se deleitaba con el salvajismo del chico, aunque este se mostraba más inseguro por sus comentarios despectivos.

Cuando Midna quiso intentar chupar los huevos de Link, el guerrero se levantó, dejándola caer, para empezar a masturbarse él mismo. Ella quería intentar ayudarlo, todavía excitada, pero el guerrero se negó. Así que Midna hizo lo único que se le ocurrió, dejando que Link la follara por el culo.

Link era un auténtico héroe, pero ese día solo era una máquina sexual que quería follar salvajemente a su enemiga hasta el cansancio.