Ashley estaba en la sala de espera, enojada porque la habían mandado con la Miss. Vien por su mal comportamiento, como si fuera una cría. Su disgusto era evidente, pero este se esfuma con el viento nada más ve a Miss. Vien. Había olvidado lo hermosa que era su cara, lo sexy de su cuerpo y lo inmenso de sus tetas.

La Miss. Vien intenta recriminarle porque cambió sus notas, cuando antes era de las mejores estudiantes, pero la rubia no le hacía caso, únicamente pendiente de los grandes senos de su profesora. Miss. Vien se da cuenta, pero en lugar de ofenderse, se quita su ropa para mostrar su desnudes frontal.

Miss. Vien siempre observo como Ashley la miraba entre las sombras, su rebeldía la encendía, esa manera en que la joven estudiante caía en la depravación era algo que le provocaba una incontrolable lujuria. Por eso, la mujer decide soltar sus reprensiones enterrando a la joven en sus tetas, para que empieza a chuparlas, jugueteando con su botón rosa.

Después la maestra le quita el pantalón exponiendo su gran polla, con sus tetas las aprieta y usa su lengua para hacerle una mamada que la pusiera dura. Después de unos segundos, la erección de Ashley era más que evidente y gigante, haciendo que la profesora se le hiciera agua la boca en cada lamida.

Miss. Vien le come las bolas a la alumna, antes de dar una última lamida. Habían un montón de cosas que la mujer madura haría con la joven Ashley para hacer volar su mente.