La Laguna – Chikistrikis

La Laguna, es quizás, la historia más realista de cómo sucedió el primer contacto entre la mujer y el hombre en los principios de los tiempos cuando aún habitaban los dinosaurios. Todo comenzó cuando una voluptuosa y muy poderosa mujer divagaba por la isla acompañada por su buena compañera dinosaurio; ella aparentemente lo tiene todo. Todo tipo de comodidades que se podían tener en esa época, ella se las ingeniaba para obtenerlas todas. Solo bastaba con subirse a su dinosaurio y recorría todo el lugar en busca de agua, comida y un buen sitio donde dormir.

Diversión nunca le faltaba, ya que nadaba y jugueteaba por todas partes con total libertad. Una época donde no requería ropa, casa ni dinero para ser feliz, y ella en definitiva aprovechaba esto al máximo paseándose con sus pechos al aire. Incluso nadaba bajo el agua junto a los pececitos y demás animales marinos. Y así pasaban los días de esta increíble mujer y su dinosaurio. Uno tras otro, era una rutina que disfrutaba sin ningún inconveniente.

Esto es hasta que un día ambos recibieron un extraño, pero muy delicioso aroma desde el otro extremo de la laguna. Se fijaron bien y notaron que habían otros habitantes en el lugar, un hombre muy musculoso y un dinosaurio muy imponente. La mujer y su compañera se acercaron hasta la fogata y llamaron enormemente la atención del hombre. La mujer tenía un enorme y tentador trasero, además de una extremidad que el hombre jamás había visto en su vida: una vagina.

Ella corrió directamente para robarle su trozo de carne, pero él le dió un fuerte golpe con su antorcha para detenerla. Ella se soba la cabeza, recuperándose por lo fuerte que le ha dado, pero en cuanto se da cuenta de lo que ha ocurrido se fija en el imponente hombre. Que debajo de su taparrabos se puede notar una enorme cosa colgada entre sus piernas. Se veía jugosa, y ella no pudo evitar sentirse atraída. Al igual que él se sentía enormemente atraído por lo deliciosa que ella se veía.

Ambos se observaron fijamente, con el instinto natural de lanzarse uno sobre el otro para pelear y defender lo suyo. Pero justo cuando él cayó, ambos se dieron cuenta que sus partes se conectaban y encajaban a la perfección. Comenzaron a follar fuertemente, descubriendo cómo estaban hechos con el fin de hacerlo. Jamás se habían sentido tan plenos y satisfechos en su vida, y definitivamente sus cuerpos nunca se habían sentido de esa manera.

Así continuaron follando hasta que el hombre se corrió fuertemente dentro de su coño y la llenó por completo de leche. En ese momento no entendieron lo que habían hecho, ni el impacto que tendría en cómo serían las cosas en el mundo a partir de ese momento… Pero así fue el primer acto sexual entre el hombre y la mujer. Luego de acabar, compartieron el trozo de carne felizmente mientras sus dinosaurios seguían su ejemplo de follar entre ellos.

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