Colada Resort es una pequeña península isleña llena de todos los lujos. Bulma pensó que sería un buen sitio para ir a vacacionar e invitó a toda su familia. Desafortunadamente, esa invitación incluye a cada miembro, incluso a su suegro. Bulma estaba claramente molesta por eso, así que cuando el Rey Vegeta se le acerca, no pude evitar mostrarle una mirada de desdén.

El Rey Vegeta se burla, diciendo que no entiende cómo su hijo eligió a una mujer tan cabezona como ella, aunque ella se molesta, muestra un cierto interés cuando su suegro le susurra las cosas que él podría enseñarle.

Después de decir esa insinuación, Rey Vegeta se va, comentándole que debajo del muelle había un sitio increíble para ver los fuegos artificiales. El comentario la irrita, aunque esa noche no dudó en reunirse a solas con el hombre mayor.

Cuando se encuentran, ella intenta hacer la inocente, pero inmediatamente el hombre rompe su juego jugueteando con su vagina sobre su bikini. Ella disfruta del tacto, mientras le suplica a “su rey” que la haga sentir bien. Ese comentario le da el permiso al Rey Vegeta para meter sus dedos debajo de la tela de su nuera, y empezar a penetrarla con ellos mientras le besaba el cuello, y apretaba su seno con su otra mano.

Bulma se queja de esa brusquedad con la que el hombre la trata, pero igual termina corriéndose salvajemente. Su orgasmo deja húmedo los dedos del rey, así que le obliga a meterlos a su boca para limpiarlos. Algo que Bulma hace más que gustosa.

Entonces, el le exige que le muestre el respeto que merece a él y su hijo. ¿Cómo lo haría? La pone de rodillas para que se haga responsable de su erección. La científica le quita su bóxer y empieza a saborear su lengua, haciéndole una mamada profundo.

Mientras saboreaba el pene de su suegro, Bulma se burla mentalmente porque Rey Vegeta, seguramente, pensaba que ella no podría controlarlo, cuando su hijo tiene su mismo tamaño. La fuerza de succión termina haciendo que el se corra sobre ella, llenando su cara y sus tetas con su semen caliente.

Bulma se burla de su poca resistencia, dejando en claro que Vegeta era mejor. Esta afirmación hace molestar al hombre mayor, y levanta a la mujer con rudeza para follarla contra uno de los postes de madera. Bulma gime y grita dolorida, pero esto no le importa al hombre mayor que intensifica sus penetraciones profundas.

La brusquedad con la que el la trataba la lastimaba, pero a ella le encantaba ese dolor, esa manera en que el hombre la trataba como su objeto. Ambos se terminan besando, hasta que el hombre se termina corriendo dentro de su coño, al mismo tiempo que ella tiene un orgasmo sobre su miembro.