Bulma estaba ocupada, así que llama a 18 para que cuide a Trunks. La androide se niega, pero cuando le transfieren millones de yenes como pago, decide aceptar. Al final, Goten llega con el pelimorado, ya que él “se aburre estando solo”.

Parecía que sería una tarde normal, con Krillin jugando videojuegos con Goten, y 18 leyendo. Pero Trunks aprovechó la distracción para empezar a tocar las grandes tetas de 18, ella se molesta, pero el niño le muestra qué tenía guardada una foto de ella follando con el Maestro Roshi.

Sin otra opción, Androide 18 termina cediendo a las peticiones de Trunks y empieza a besarlo, uniendo sus lenguas en un baile. Krilin entonces se quita las gafas de realidad virtual, y le informa a su esposa que era momento de alimentar a su hija. 18 todavía estaba caliente, así que, disimuladamente, le pide a su marido que la alimente.

Cuando queda solo con los niños, Goten y Trunks no dudan en quitarle la camisa para seguir manoseando y chupando sus tetas. Al momento de pedirle tener sexo, ella ya no duda, e inclina su gran culo para ellos.

Trunks es el primero en aprovechar de follar su concha apretada, disfrutando como se mojaba ante cada penetración. Mientras, Goten aprovechó de usar la boca de la mujer para que le hiciera una mamada. Los dos chicos la follaban por ambos lados, ella solo tenía como única petición que no se corrieran dentro.

Cuando Krilin vuelve, resulta que no compraron comida para Marron. 18 logra disimular que no pasaba nada, así que el hombre va a la tienda con la promesa de volver pronto. Con la casa totalmente sola, 18 aprovecha de continuar dándole un oral a los chicos, usando su lengua para hacerlos acabar rápido en su cara.

Luego, se montó sobre Goten para empezar a montarla, mientras le preguntaba si le gustaba su conchita. Trunks aclara que a Bulma también le encantaba montar a Goten, lo que provoca las burlas de 18. Al notar esto, el chico decide subir el nivel y follar a la mujer por el culo.

Androide 18 estaba sorprendida, pero siguió dejando que la follarán hasta que los niños se terminaron corriendo en ella, dejando sus piernas chorreando su semén.