Link estaba en la torre del castillo, intentando entrenar con su espada, pero sus recuerdos le atormentaban. Zelda rogando porque sea de nuevo el héroe de Hyrule, encontrándose con la Princesa Peach para compartir un dulce beso.

Otro recuerdo llega, el de él mismo encontrándose con una Peach desnuda en su habitación, acercándose para darle un beso lleno de pasión y lujuria para luego empezar a hacer un oral con el que liberaran todas las tensiones.

Los pensamientos impiden que el guerrero se concentre, y suelta su espada para empezar a masturbarse al aire libre. Esto no dura más que unos segundos antes de que la Princesa Peach aparezca ante él. El intenta ocultar su erección, pero la princesa lo nota y, enfurecida, la toma con su mano desnuda.

Entonces, ella empieza a reclamarle si acaso la ignoraba desde su llegada a Hyrule para tocarse, mientras ella lo extrañaba. Lágrimas comienzan a correr, mientras los recuerdos donde era besada por Zelda y lo incómodo que se sintió la invaden. Sin titubear, le pregunta a Link si ya no la deseaba, si seguía prefiriendo a Zelda sobre ella.

Link no responde, en cambio la abraza para darle un tierno beso. Un intercambio que empieza a volverse pasional, involucrando la lengua. El desliza sus manos al culo de Peach, mientras empieza a frotar su pene sobre sus panties.

Peach se burla, intentando ser indiferente, pero Link lee a través de ella y la levantaba por los aires para arrinconarla en la pared y enterrar su pene en su culo de un sentón, sin dilatación. La rubia se sorprende, y le pide que la baje, pero el héroe solo sigue penetrándola con velocidad mientras la abraza y besa su cuello.

No podía entender la princesa como su amante podía ser tan agresivo a la par de gentil, pero era más que consciente que fue uno de sus atractivos. Por eso, no puede evitar besarle la cara, mientras liberaba su carga en su culo.

Es en ese momento que el la baja, empezando a mostrarse más avergonzado por su actitud. Peach le grita enojada, y luego le da un beso. Ella admite que, aunque entiende que Hyrule necesita de su héroe, su único deseo es que él la desee tanto como ella a él. Pues, no importaba que tan triste o caliente estuviera, Peach quería ser siempre la primera persona a la que Link recurriera.

Link babea al ver como su princesa se quita la blusa para exponer sus tiernos pechos. Ambos comparten un nuevo beso, mientras Peach comienza a cabalgar el pene de Link con su vagina ya húmeda. Nuevos recuerdos invaden a Link, recordando como Zelda le pide alejarse de Peach, que la prefiera a ella.