Jessy Chan tiene otra convención en la que tiene que ir vestida de una Pikachu sexy mientras aguanta a todos sus fanáticos pajeros. Ella está harta de tener que aguantarlos y ni siquiera es la fanática de anime que pretende ser, pero es lo que le da buen dinero así que le toca aguantarlo.  Lo que no sabe es que tiene un fan muy persistente esperando a conocerla y dispuesto a hacer lo que sea por lograrlo. Incluso colarse en su camerino para conseguir una foto de ella.

Cuando Jessy se da cuenta que ha estado grabándola mientras se quejaba de los gordos fanáticos y las convenciones, se pone histérica pensando que se trata de un paparazzi.

Intenta arrebatarle el teléfono pero el chico no se lo da y ella cae sobre él en medio del forcejeo. El chico tiene una erección inmediata al tenerla sobre él, y Jessy Chan se da cuenta que quizá no se trata de un periodista sino de un fanático que también se hace pajas pensando en ella.

Para conseguir su objetivo de obtener la grabación, le ofrece al chico algo que no podrá rechazar. Le baja el pantalón y se topa con una enorme polla que no se esperaría de un nerd como él.

Queda fascinada y empieza a chupársela pensando en si podrá caberle en toda su boca. El chico jamás había recibido una mamada, y no podía creer el nivel de placer que estaba sintiendo, así que no pudo contenerse más y acabó corriéndose en su boca.

El chico le dice a Jessy que le regresará la grabación sin necesidad de que siga haciendo algo más, pero ya ella está decidida a terminar la tarea que inició. Y por supuesto que se muere por probar la polla del nerd en su ya empapado coño. Así que se quita la ropa y se sienta sobre el chico para empezar a saltar.

Pronto el nerd toma el control y comienza a penetrarla fuertemente; impresionándola con lo bien que se la folla. Ella grita de placer mientras el chico le rompe el coño, se la mete tan rico que ella logra llegar al orgasmo.

Sin embargo él no deja de metérsela hasta correrse él también. Cuando ya han acabado de follar, una enorme ola de aclamación llena el escenario, y es cuando ambos se dan cuenta que todo lo que han hecho ha sido transmitido en vivo en la gran pantalla de la convención.