Andre está acostumbrada a tener una suerte de mierda, pero esta última semana ha sido una en la que peor suerte ha tenido. Primero se ha quedado sin dinero para pagar el alquiler, no estaba entre sus planes tener que pagar con su culo.

A pesar de que la polla de su casero era realmente placentera y le gustaba como la follaba como una puta,  Andre no quería tener que llegar a eso. Luego, en el gimnasio un tipo la estaba observando mucho y ella quiso demostrar su disgusto ante su mirada lujuriosa. Pero no pudo evitar que él la tomara con enojo y la empotrara como nunca.

Claro, Andre no quería ser una puta sucia que iba acostándose con todos. Pero es que muchas veces no podía evitarlo, simplemente sucedía. Y mucho menos podía evitar que su pene se emocionara cada vez que la follaban. Se corría como nunca siempre que le rompían el culo.

Y bueno, ella podía sobrellevar el que siempre la vieran como un objeto sexual. Solo que a veces era desagradable; como ese día que un chico le agarró el culo mientras ella intentaba alcanzar sus cereales favoritos.

Luego, en la noche, tenía una erección que no bajaba por nada del mundo. Así que tuvo que quedar con alguien y follar toda la noche. No negaba que había disfrutado eso, siempre disfrutaba de sentir su polla golpear su abdomen cada vez que montaba a un hombre. Pero bueno, gracias a eso estaba cansada en su primer día de trabajo.

Trabajar como repartidora nunca estuvo en sus planes, pero esperaba que fuese un trabajo estable que le permitiera pagar su alquiler. No contaba con encontrarse con un cliente molesto. Al parecer su pedido era equivocado, y aunque Andre se ofreció a pagárselo, él quería que ella le pagara con su culo.

Lo peor es que ni siquiera le preguntó si podía romper sus pantalones, simplemente lo hizo y se la clavó. Andre no podía evitar disfrutar eso… Incluso si después le traería problemas. Y el tipo era de lo peor, aún después de eso la reportó y acabó siendo despedida.

Nuevamente al punto de partida; tenía que pagar el alquiler y no tenía para hacerlo. Otra vez debía dejar que le rompieran el culo a cambio de quedarse allí. Y sí, lo disfrutó tanto que se corrió múltiples veces. Pero no era lo que quería.

Cuando finalmente se encontró con su amiga para contarle los días de mierda que había estado teniendo, ella le sugirió una manera de hacerla sentir mejor. De repente sacó u enorme dildo doble para que ambas reventaran de placer. Quizá eso era lo que Andre necesitaba, pasarla bien con su amiga para mejorar su ánimo.