Attaka Uzumaki 1

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Naruto y Hinata se habían casado, celebrado su Luna de Miel, pero aún no habían concretado su noche de bodas. Ella estaba siendo educada por su maestra Kurenai, quien le decía de lo brusco y excitante que puede ser el sexo. Aunque la chica se avergüenza por la explicación, termina entendiendo el valor que puede tener para demostrar su amor hacia su amado Naruto-Kun.

La pareja va a un motel esa noche donde cenan, ríen juntos, y disfrutan, hasta que llega la hora del baño. Naruto se limpia con un balde de agua, mientras Hinata enjabonada sus grandes pechos. Ya listos, ambos se paran en la cama, nerviosos, se ofrecen con formalidad sus virginidades, aunque ambos terminan dándose un cabezazo fuerte.

Aunque el primer movimiento fue fallido, esto logra aligerar las tensiones, haciéndolos reír. Cuando las carcajadas se esfuman, ambos unen sus bocas en un cálido beso, donde Naruto le quita el kimono a su esposa, desvelando sus dos tetas gigantes.

Hinata se avergüenza de que le quede viendo y se disculpa, pero el dice inmediatamente lo bellas que son sus tetas. La chica se sentía halagada, más no puede evitar cubrirse con su mano, lo que extraña a Naruto. El rubio entiende que no pueden seguir con ese nerviosismo, así que toma de la cintura a su esposa para ponerla sobre sus piernas.

A continuación, procede a colocar cada una de sus manos en un seno de su amada. Empieza a masajear, apretarlos y pellizcarlos, encantado por la suavidad de estos. Poco a poco, Naruto elimina sus inhibiciones. La espalda de Hinata, sus muslos, su cara, todo era suave.

Ella voltea y nota la mirada llena de lujuria, y no tiene otra reacción más que besarle la mejilla. Ella también estaba disfrutando de la experiencia, y le pide continuar, así que el rubio comienza a besar su cuello, mientras lentamente deslizó sus bragas a fuerza. Una vez expone su vagina, nota la humedad que tiene, por lo que hunde sus dedos en él para hacerla disfrutar su tacto.

Para devolverle el favor, Hinata le quita el ropaje a su esposo, cuando ve su pene queda asombrada. Naruto admite que es vergonzoso, pero la chica solo toma, extasiada por lo caliente y palpitante que era, recordando las palabras de Kurenai de elogiar la masculinidad de su pareja, empieza a elogiar lo grande que lo tenía, y lo mucho que lo deseaba.

Los comentarios funcionan y el rubio se emociona. Por lo que, para no decepcionarlo, ella empieza a hacerle una mamada, sintiéndolo en lo más profundo de su garganta con satisfacción. El rubio también disfrutaba de la atención, y quiso profundizarlo hundiendo su cabeza y controlando el ritmo del oral hasta que finalmente llegó a su clímax, y se corrió en la boca de su amada.

Hinata estaba avergonzada por no haber podido tragarlo todo y haber cubierto de semen a su Naruto-Kun, mientras que él estaba apenado de haber ensuciado su rostro. El primer pensamiento de ambos fue limpiar al otro.

Hinata quería pasar al siguiente nivel, así que le puso un condón a su pareja y se puso en el piso, lista para sentirlo dentro de élla. Naruto fue introduciendo su pene lentamente en su coño húmedo, poco a poco la fue llenando hasta que estuvo toda adentro.

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