Un profesor de escuela con una vida monótona descubre que dos de sus estudiantes salían con viejos y les toma una foto mientras salían juntas de un motel. Ogata era problemática, y una de las mujeres más fáciles del instituto, quien dejaba que otros compañeros tomarán sus tetas, e incluso a tenido sexo con profesores.

Por su parte, Nanase era una chica tranquila y estudiosa con un cuerpo increíble, enormes tetas firmes que la hacían ver mayor. Aunque a pesar de su recatada personalidad, también podría ser diabólica, burlándose de los que la miraban, como el profesor al que le tomó una foto un idea que intentaba ver bajo su falda.

Intentando cuidarlas, el profesor habla con Ogata, aunque ella solo abre sus piernas, mostrando sus pantis, mientras se burla de la situación. Asegurarse de que estén solos en un salón para hablar con ella, su gran nerviosismo mientras hablaba, le dejaban en claro que en realidad buscaba tener sexo por chantaje.

El hombre intenta negarlo, pero a Ogata le basta con pasar las fotos de su teléfono para confirmar su perversidad, pues estaba lleno de imágenes de las estudiantes y sus bragas. El profesor intenta quitarle su teléfono, pero rlla logra tirarlo al piso.

Incapacitado, la chica aprovecha y se sienta sobre su cara, dejándolo percibir el dulce olor de su vagina al profesor que tiene una inmensa erección. La chica se muestra orgullosa de su éxito, y le baja el pantalón, quedando estupefacta por el tamaño de su miembro.

El profesor deja sus inhibiciones y le quita su uniforme, rogándole que tengan sexo mientras aprieta sus enormes senos. Ahora esella la que se muestra dubitativa, pero igual se inclina dando acceso al maestro para que pueda quitarle las bragas y enterrar su gran polla.

De una sola estocada, la tiene toda dentro de ella, y pronto aumenta la velocidad, penetrándola profundo mientras la besa y toma sus tetas. Su lujuria sigue en aumento, y el profesor se quita toda su ropa, para sentarse en una silla y poner a cabalgar sobre su regazo.

La chica gime como loca, con sus piernas a su alrededor, rogando que le dé más duro, mientras el maestro llenaba su útero con su semén gritando por su “mamá”. Al día siguiente, Nanase se presenta ante él para que la ayude a buscar un gato que irrumpió en la escuela.

Inocentemente, el maestro la sigue hasta una sala vacía, donde la chica los deja encerrados. En realidad, Ogata le había contado el inmenso tamaño de su pene, y ahora quería probarlo por ella misma, así que le muestra sus tetas de sandía para ponerlo duro y disfrutar.

Antes de que el profesor pueda siquiera reaccionar, ella ya está entre sus piernas, toqueteando su gran polla hasta ponerla dura. A continuación, la chica empieza a pajearlo, mientras el profesor chupa sus tetas como un bebé. Ella ya conocía sus gustos por los pechos, por lo que cuando empieza a jugar con sus pezones, ella lo “castiga” ahogándolo con sus inmensos pechos.

Nanase utiliza sus inmensos pechos para enterrarlo sobre su polla, dándole una paja rusa con la que logra que se corra en su cara. Usando su semén como lubricante, prepara su coño para que el maestro empiece a follarla, golpeándola con gran salvajismo mientras sigue succionando sus tetas hasta dejarlas rojas.

El profesor termina corriéndose en su interior, llenándola con su esperma caliente. Pero este no fue el final, al día siguiente Ogata lo invita a un motel, donde es recibido por ella y Nanase, disfrazadas como vaquita y conejita respectivamente. Todo para entretenerlo.