Era una tarde común en el reino de Udrogot. La princesa Candy estaba aburrida en su trono, sin nada que hacer, así que le solicita a su tío Oswidge que le consiga un almohadón para su adolorido culo real.

El anciano podía hacerlo, pero estaba hipnotizado por el gran culo de su sobrina. En su mente, imaginaba lo que era tenerla montando su polla oscura, pidiéndo que la castigue mientras le apretaba sus duros pezones y la follaba por su culo hasta correrse dentro.

En la realidad, Candy estaba confundida porque su tío quedará congelado de pie, así que decide pedirle a su hermano menor que la ayude a conseguir su almohadón. No obstante, Fan le informa que Dave había ido al reino de Irmoplotz para reunirse con la princesa.

Lo que ninguna de las chicas sabía era que Dave estaba castigando a la princesa, poniéndola a chupar su polla, gozando de su boca caliente antes de cogerla sin condón.

Oswidge ya no podía resistirse, iba a usar magia para poder acostarse con su sobrina, justo como hizo para follar a sus amigas. Logrando con un hechizo tener a Kitty a sus pies, rogando por su polla, mientras la bombardeaba con su semen.

Sin embargo, antes de hacer cualquier cosa, la propia Candy se acercó a Oswidge, pidiéndole que le hiciera un favor. La princesa se quita su falda y abre para su tío su coño joven, quería que le quitara el color rosa de su intimidad, pero también deseaba que su tío le hiciera un oral.

Obviamente, el brujo aceptó y con su lengua empezó a saborear el dulce coño virgen de su sobrina… o al menos eso pensaba, en la realidad, Oswidge volvió a quedarse de pie, soñando despierto, mientras Fan y Lula se burlaban de él y los gemidos que soltaba.