Dipper estaba frustrado, no quería trabajar ese día en la playa. Su único consuelo fue que podía pasar tiempo con Wendy, quien tenía un bikini tan corto que dejaba entrever las perforaciones de sus pezones. Para divertirse, ambos empiezan a dispararse con sus pistolas de agua.

Por supuesto, esto no le gusta al Señor Aguaclara que los amenaza con despedirlos si no se ponen serios. Resignados, ambos van a la ducha, donde Wendy empieza limpiarse con el agua corriendo por su cuerpo, con Dipper viéndola discretamente sin que se de cuenta.

Al terminar, la chica le pide que le pase la toalla, pero por su propio nerviosismo, Dipper termina cayendo sobre Wendy por error. Esto hace que Wendy se de cuenta de la potente erección de su amigo, así que decide bajarle el pantalón y empezar a chuparle el pene, tragándose su polla hasta que esta toca lo más profundo de su garganta.

Dipper estaba sintiendo el cielo, y Wendy dejó que siguiera dura para poder empezar a cabalgar su polla, dando sentones que hacían que sus inmensas nalgas se movieran rítmicamente, hasta llenarse con la semen.

No obstante, la chica todavía estaba con ganas de acción, así que Dipper sale un momento en busca de algo que lo ayude en su diario. En ese momento, Blendin llega para darle un libro de hechizos sexuales que le envió su futuro yo.

Emocionado, Dipper va para usarlo, sin saber qué aquella persona no era Blendin, sino Bill que esperaba que con eso destruyera el mundo. El chico solo abre el libro y utiliza uno de los hechizos que crea varios tentáculos que toman posesión de él, sin que pueda hacer nada.

Cuando vuelve, Wendy se queja porque se haya tardado tanto, aunque rápidamente se calla al sentir la forma tan brusca que la trata “Dipper” con su pene gigante con el que empieza a penetrarla mientras la toma del cuello.

Wendy estaba encantada, no solo siendo cogida por su vagina estrecha, sino también por su culo, poniendo su rostro contra una pared entre penetraciones. Después de horas, Wendy queda totalmente cubierta del semen de Dipper, no podía más, pero el chico sigue experimentando con hechizos sexuales para complacerla. Sin saber que a escondidas, veía la escena con sorpresa y malicia.