Bart y lisa disfrutan de jugar solos a escondidas de su madre, pero para que no los descubran deben ser silenciosos. Pero es muy difícil para lisa mantenerse silenciosa cuando siente la gran erección de su hermano frotar su húmedo coño.

Lisa ha perdido una apuesta y ahora debe cumplir su palabra de complacer a Bart. Su hermano le baja las bragas lentamente y presiona su erección contra su culo desnudo.

Bart se baja el pantalón y su pene erecto salta contento. Pero en cuanto Lisa ve su enorme tamaño se asusta de que no pueda entrarle en su pequeño coñito. Por lo tanto decide dejar las cosas hasta allí.

Marge los llama a todos a cenar, pero Bart rechaza comer, ya que lo que quería comer no pudo probarlo… Lisa se arrepiente un poco de haber rechazado la polla de su hermano, pero a la vez le gusta verlo sufrir.

Totalmente frustrado y con la polla dura, Bart decide calmarse leyendo cómics porno como de costumbre. Dentro de la página logra visibilizar un anuncio bastante interesante, al parecer estaban ofreciendo un rayo controlador de mentes.

Bart recuerda las últimas palabras de lisa al rechazarlo: «si quieres follarme primero tienes que controlar mi mente». Finalmente decide probar su suerte, ya que era demasiada casualidad. Quizá se trataba de alguna especie de señal.

Mientras tanto, unos milenios más tarde a la actualidad de Bart, el profesor Hubert se encuentra preocupado ante la compra del rayo controlador de mentes. Leela rápidamente deduce que alguien del pasado ha logrado comprar un objeto del futuro por medio de un virus.

El profesor Humbert les encarga a todos viajar al pasado y detener a quien posea el rayo controlador. Como Bart había usado la tarjeta de su padre para realizar la compra, todos tenían como objetivo buscar a Homero Simpson.

De vuelta al presente, Bart fantaseaba con las múltiples posibilidades sexuales que tendría si el rayo controlador de verdad funcionaba. No solo podría follarse a su hermana, sino a cualquier chica del mundo. Anteriormente había fantaseado con follarse a su maestra sobre su escritorio, ahora seguro que podría hacerlo

Justo en ese momento su madre lo llama para avisarle que ha recibido un paquete. Bart no tarda en probar su nuevo objeto con su madre. Comienza con peticiones inocentes, como que le preparara la cena y le atendiera. Pero luego, pensandolo mejor, se da cuenta que quizá pueda divertirse un poco más con su mamá.

Por otra parte, Leela, Fry y Amy han llegado al presente de Bart. Fry intenta sacarle información a Homero, pero se da cuenta que Homero no sabe nada de lo que le está hablando. Leela le pide que lo siga vigilando mientras ella y Amy van a su casa a buscar más información. De vuelta en casa de Homero, Bart está pensando en lo rica que está su mamá. Jugar con ella quizá sería mejor que con su hermana.

Bart le pide a Marge que se incline un poco para poder verle su trasero, pero no conforme con eso, quiere poder verlo sin ropa interior. Rápidamente su polla se pone dura, y no tarda en comenzar a tocarse mientras observa el coño chorreando de su madre.

Marge se quita toda la ropa, dejando todo su cuerpo maduro a la vista de Bart. Rápidamente le pide a su hijo que pruebe su coño, y él no puede resistirse a la oferta. Marge continúa chorreando a mares, y Bart se deleita con sus fluidos.

Ambos se dan cuenta que a su vagina le hace falta tener algo dentro, y la polla de Bart estaba lista para entrar. Marge se sienta sobre su pene y comienza a moverse lentamente para sentirla por completo. Bart disfruta de sentir el culo de su madre rebotando sobre él. Mientras ambos disfrutan, Lisa ha llegado a casa después de una fiesta fallida.

Lisa escucha a Bart gimiendo y piensa que está viendo porno, pero al asomarse nota que en realidad se trata de su madre que está follandose a su hermano. Lisa se impresiona, y piensa que la polla de Bart debe estar muy buena como para enloquecer a su madre.

Automáticamente la desea también, y comienza a tocarse mientras los observa. Por otra parte, Amy y Leela se dan cuenta de lo que está pasando. Leela se horroriza ante ese acto, y decide llamar para saber qué hacer en esa situación.  Amy se queda vigilando, pero en el proceso se pone muy cachonda. No puede evitar tocarse y desear que fuese su coño el que probara esa polla dura.

Marge monta a Bart como nunca, saltando energéticamente sobre su polla. Nunca se habría imaginado que el pene de su hijo se sintiera tan bien. Bart le dice que está por correrse, y ella le pide que lo haga adentro para poder sentir todo su semen correr. Finalmente Bart logra correrse dentro de Marge. Pero la fiesta no acaba allí, Lisa también quiere unirse a ellos.