En su flamante habitación, una hermosa elfa con un cuerpo envidiable se deleitaba a sí misma, admirando tanto su escultural figura como la nueva lencería que iba a utilizar para seducir a los hombres más atractivos del reino.

Lamentablemente, la tranquilidad no le iba a durar mucho, ya que no tardó en ser interrumpida por un intruso que buscaba aprovecharse de ella. Hola, princesa saludó felizmente el hombre extraño.

Sorprendida, la princesa se puso a la defensiva, preguntándole a aquel desconocido de dónde había salido y cómo se las había arreglado para entrar en su habitación. Todo esto mientras lo amenazaba con su consolador favorito, bañado en oro y con gemas preciosas incrustadas.

¡Aléjate de mí! Exclamó la chica. ¿Acaso te envió Ganon?, se precipitó a preguntar. Aunque rápidamente terminó por revaluar la situación, considerando que este nuevo amigo podría servir como un reemplazo para su juguete favorito.

¡Hmmm se rindió muy rápido! Poner la sexualidad al máximo de primeras rinde sus frutos Pensó para sí mismo el hombre con maliciosas intenciones, el cual había toqueteado sus habilidades para seducir a las chicas más hermosas del reino sin mucho esfuerzo.

Link vendrá pronto, ni siquiera sé qué hacer contigo Exclamó la princesa mientras contemplaba a qué jugar primero con su nuevo amigo. Quizá puedas acercarte, y lo pensamos juntos Dijo.

La chica empezó por quitarse su sujetador, revelando sus pechos perfectamente formados y de buen tamaño. Parece que estoy ganando, afirmó la chica con total seguridad, aunque dejaba ver su impaciencia cada vez más.

Basta de juegos previos. Enséñame qué tienes ahí La princesa le ordenó al hombre que revelara de una vez lo que traía en los pantalones, lista para comenzar a jugar de verdad.

Al dejar ver su pene, la chica exclamó que era de su tamaño favorito, a diferencia del minúsculo miembro del despreciable Ganon. La princesa había dejado de juguetear amistosamente y se encontraba ya a la defensiva, dedicándose a explorar y saborear su polla, lamiendo con delicadeza la punta con su pequeña lengua.

No tenía idea de que las princesas podían ser tan pervertidas Aseguró el hombre, mientras la hermosa Elfa saboreaba sus testículos. La chica había empezado a devorar con más ahínco el miembro del chico, sujetándolo con fuerza y cubriéndolo por completo de saliva, empapando su cara por completo.

Tu culo se ve jodidamente increíble Aseguró el hombre, mientras posaba su miembro viril sobre las grandes y redondas nalgas de la princesa.

¡Gracias!, ¡Eres tan amable! respondió la princesa, haciendo una expresión lasciva en la cara. Se mordió los labios de forma provocativa, apuntando la apuntala la boca con su dedo como si quisiera dar por comenzado el juego.

El desconocido deslizó suavemente las bragas de la hermosa chica hacia un lado, y sin dudar ni por un momento, enterró su pene hasta el fondo del apretado coño de la princesa. Podía notarse como la expresión lasciva en la cara de la princesa se intensificó, al sentir el placer de un pene de verdad. A pesar de todo, la mujer no soltó ni por un momento su preciado consolador bañado en oro, con el cual practicaba fervientemente.